sábado, 31 de mayo de 2014

EL HOMBRE QUE AMABA A LOS PERROS







En 2004, a la muerte de su mujer, Iván, aspirante a escritor y ahora responsable de un paupérrimo gabinete veterinario de La Habana, vuelve los ojos hacia un episodio de su vida, ocurrido en 1977, cuando conoció a un enigmático hombre que paseaba por la playa en compañía de dos hermosos galgos rusos. Tras varios encuentros, «el hombre que amaba a los perros» comenzó a hacerlo depositario de unas singulares confidencias que van centrándose en la figura del asesino de Trotski, Ramón Mercader, de quien sabe detalles muy íntimos. Gracias a esas confidencias, Iván puede reconstruir las trayectorias vitales de Liev Davídovich Bronstein, también llamado Trotski, y de Ramón Mercader, también conocido como Jacques Mornard, y cómo se convierten en víctima y verdugo de uno de los crímenes más reveladores del siglo xx. Desde el destierro impuesto por Stalin a Trotski en 1929 y el penoso periplo del exiliado, y desde la infancia de Mercader en la Barcelona burguesa, sus amores y peripecias durante la Guerra Civil, o más adelante en Moscú y París, las vidas de ambos se entrelazan hasta confluir en México. Ambas historias completan su sentido cuando sobre ellas proyecta Iván sus avatares vitales e intelectuales en la Cuba contemporánea y su destructiva relación con el hombre que amaba a los perros.


EL HOMBRE QUE AMABA A LOS PERROS
de Leonardo Padura





El escritor Leonardo Padura nació en La Habana, en 1955. Trabajó como guionista, periodista y crítico, hasta lograr el reconocimiento internacional con la serie de novelas policiacas protagonizadas por el detective Mario Conde: Pasado perfecto, Vientos de cuaresma, Máscaras, Paisaje de otoño, Adiós, Hemingway, La neblina del ayer y La cola de la serpiente, traducidas a numerosos idiomas y merecedoras de premios como el Café Gijón 1995, el Hammett 1997, 1998 y 2005, el Premio de las Islas 2000 y el Brigada 21. También ha escrito La novela de mi vida y El hombre que amaba a los perros, una trepidante reconstrucción de las vidas de Trotsky y Ramón Mercader, traducida a diez idiomas, vendidos sus derechos al cine y merecedora del Premio de la Crítica en Cuba, el Francesco Gelmi di Caporiacco 2010 y, en 2011, el Premio Carbet del Caribe, el Prix Initiales y el Prix Roger Caillois. En 2012 Padura recibió el Premio Nacional de Literatura de Cuba. Herejes, una absorbente novela sobre un cuadro de Rembrandt y una saga judía que llega a nuestros días, confirma al autor como uno de los narradores más ambiciosos e internacionales en lengua española.


viernes, 30 de mayo de 2014

ATAQUE PITBULL






Viernes 30 de mayo de 2014

Santiago Ber, un niño de 2 años, fue atacado por un perro pitbull, y murió a causa de las heridas recibidas. El hecho ocurrió en el barrio Matadero, de Alejandro Korn, en San Vicente, y el animal pertenecía a un vecino.

A raíz del episodio, el dueño del perro se encuentra demorado, acusado de "muerte por negligencia", mientras la Policía Científica trabajaba en el lugar. Interviene en la causa la Fiscalía de Delitos Culposos de La Plata.

El lamentable episodio tuvo lugar en Bonpland al 900, donde el niño fue atacado por el perro de una casa vecina. Ante el hecho, el dueño del animal, identificado como Horacio González, decidió sacrificarlo. Ahora está demorado y se lo investiga por homicidio culposo. Los vecinos estaban indignados: hacía ya varios meses que venían juntando firmas para que González se llevara los perros a los que criaba porque, dicen, estaban sueltos y ellos temían que atacasen a sus hijos.

El chico fue atendido de inmediato en el Hospital de San Vicente, pero falleció producto de las mordeduras recibidas.



Viernes 25 de Abril 2014

Una mujer de 84 años murió en Tucumán, por las heridas provocadas por el ataque de uno de sus perros en el fondo de su casa, en Neuquén primera cuadra, en el barrio Villanueva de Aguilares.

Según hipótesis que maneja la policía, Lidia Campos perdió el equilibrio y se cayó pasadas las 11. Al parecer, uno de sus cuatro pitbull la desconoció y la atacó salvajemente.

Ante los gritos, los vecinos intentaron rescatar a la mujer. Llamaron el servicio de emergencias y la trasladaron con graves heridas al Hospital de Aguilares, desde donde luego fue llevada al Hospital Regional Concepción, localidad distante 10 kilómetros de su casa, donde falleció de un paro cardiorrespiratorio.



VEA TAMBIÉN...


Un pitbull, escapado de sus dueños, terminó con siete balas en el cuerpo, luego de que atacó al perro de un policía, en Santiago del Estero.


Perros potencialmente peligrosos
















miércoles, 21 de mayo de 2014

WILSON Y AYRON







A veces, podemos decir que el mejor amigo del perro es el hombre...

El perro estaba cerca de la muerte. Ayron fue brutalmente apaleado y maltratado hasta que no tuvo fuerzas ni para levantarse del suelo. Por suerte Wilson Martins Coutinho apareció en su vida y a pesar de que el perro estaba gravemente herido, Wilson le devolvió la vida.

La situación en la que se encontraba Ayron era muy crítica, tenía graves heridas en su cuerpo y algunas zonas, como por ejemplo las patas, estaban llenas de gusanos. Había sido dejado abandonado a su suerte en una casa deshabitada de una zona de Río de Janeiro (Brasil).

Después de hacer una primera valoración, Wilson y su equipo decidieron poner manos a la obra. Primero colocaron una cinta alrededor del hocico del perro para evitar que pudiera morder debido al fuerte dolor que padecía, lo cubrieron con una manta y con la propia camisa de Wilson ya que el animal tenía el cuerpo helado. Con mucho cuidado Wilson trasladó al animal hasta su coche.

Una vez en la casa de Wilson, la recuperación empezaba: Un poco de medicamento en las heridas de sus patas y una cápsula de Capstar, un pulguicida para perros. Aprovechando el momento se le empezó a dar algo de comida para que poco a poco fuera recuperando fuerzas. Ayron tiene una fuerza mental impresionante.

Wilson le aplicó durante varios días unas curas y llevó al can al veterinario. El doctor Valeiro vio el estado del perro y le recetó tres antibióticos. Gracias a la colaboración de personas desinteresadas Wilson pudo comprar los antibióticos que Ayron necesitaba para su recuperación.

Amo ver a mis hijos recuperados y felices”... “Ayron es un ángel“, comentó Wilson.