La interacción con nuestras mascotas nos hace mejores personas. Ocuparnos de ellas nos entrena en la dedicación, el compromiso y el amor.
Muchos le pagan a un paseador para que se ocupe del perro. Algunos lo tienen atado todo el día. Otros se olvidan que un perro es un ser vivo, no una cosa decorativa... en suma, hay gente que no debería tener un perro.
Dime como te relacionas con tu mascota y te diré cuánto neoliberalismo hay en tu alma.
1. Estar atentos: hay que reforzar los buenos comportamientos de nuestro perro, al observar alguna acción que nos complazca o queremos que siga repitiendo, debemos felicitarlo y acariciarlo como recompensa (nunca con comida).
2. Entrenamiento: Evitar el uso de entrenamientos severos, como castigos fuertes, ellos no necesitan ser golpeados ni jalados bruscamente para entender que no están haciendo algo bien. Sólo el tono de voz es suficiente.
3. Cachorros: Asegurarnos que se relacione con otras personas y se exponga a la mayor cantidad de situaciones, objetos y experiencias posibles ya que los cachorros, si no son expuestos a situaciones nuevas de la manera adecuada, pueden convertirse en perros agresivos de adultos.
4. Socialización: Acostumbrar al cachorro a un nuevo ambiente de manera paulatina, sin obligarlo ni generarle sustos o estrés mientras lo hace para que él mismo se adapte y no tenga una experiencia traumática, sino que por el contrario pueda convivir con todas las cosas que le rodean como: autos, bicicletas, personas y otros perros.
5. Cuidado con los niños: A los niños les gusta jugar al igual que a muchos perros, sin embargo, debemos supervisarlos y enseñarles a los niños a como jugar con sus mascotas, la mayoría de niños no controlan su fuerza y nervios al estar frente a estos amigos lanudos así que no permitamos que los chicos lastimen al perro (sin querer). Enseñarles que todo tiene un momento y una manera de hacerse, no olvidar que el perro no puede decir: “Bien chicos, ya estoy cansado, dejemos de jugar”, ni tampoco puede decir “Chicos, me están molestando, déjenme en paz”.
6. Entrenamiento básico: esto es estimulante para él y lo mantiene ocupado, hay muchas técnicas que se pueden empezar a enseñarle, no son tan avanzadas y son fáciles de conseguir y aprender.
7. Juegos: Motivemos a nuestro perro a divertirse, tratando de saber lo que más le gusta jugar, no olvidar que el juego además es una práctica manera de hacer ejercicio, probemos con pelotas de tenis, cuerdas, globos, palos, etc.
8. Ejercicio: Un perro necesita ejercitarse continuamente las caminatas diarias con duración de entre 10 y 20 minutos cada una son suficientes, claro que todo depende del estado físico, la condición corporal, o la edad de tu perro.
9. La llamada: De vez en cuando llame a su perro cuando estén de caminata, al volver hacia usted acarícielo y felicítelo, de ser posible muéstrele un juguete y déselo como recompensa por haberlo hecho, Es una buena manera de enseñarle al perro que al momento de estar fuera no huya, además, es una buena manera de evitarle accidentes a nuestro perro si aprende a obedecer la orden de llamada.
10. Actividades: Si el perro pasa mucho tiempo solo en casa, hay que dejarle algo que hacer mientras uno regresa (juguetes masticables, pelotas con alimento seco dentro, etc.), ya que él puede hacer muchos daño a causa de un estrés natural.
No lo olvide: lávese siempre con agua y jabón después de tocar a su mascota, sus espacios o su comida. Es especialmente importante lavarse las manos después de tocar una mascota y antes de preparar y servir comida o bebida. Los adultos debemos ayudar a los niños pequeños a lavarse las manos. Predicar con el ejemplo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario