jueves, 30 de enero de 2014

GATOS Y SERRUCHOS








Con algunas maderas y un poco de ingenio, podemos hacer que nuestros gatos se diviertan en casa, hagan ejercicios y nos entretengan. Algunos dispositivos pueden resultar atractivos como diseño de interiores y pista para saltos de nuestras mascotas, así, conseguiremos que no se vayan por ahí y se ausente por varios días (a veces vuelven mal heridos) y la decoración se transforme en una naturaleza viva.


1
Sienna Guillory 1975


















2
Kate Mara 1983

























3
Rhona Mitra 1976


























4
Sienna Miller 1981


















5
Rachel Weisz 1970

















6
Selma Blair 1972



























7
Bridget Moynahan 1971



















8
Katherine Heigl 1978




















9
Esther_Schweins 1970



















10
Poppy Montgomery 1975
























11
Kate Beckinsale 1973























12
January Jones 1978




jueves, 23 de enero de 2014

GORO Y LAS OLAS






Les presentamos a Goro, el perro surfista, desmostrando sus habilidades en las olas miramarences, más precisamente en Goro's Beach la mejor escuela de Surf de Miramar (atendida por sus dueños)

"Me lo regaló un amigo hace 3 años cuando justamente abrí la escuela de surf, me acompañaba todos los días y fue relacionándose enseguida con el mar. Comenzó a seguirme cuando me metía al agua y de a poco fue dándose cuenta que podía flotar sobre la tabla. La idea era que surfeara desde los 3 meses que tenía cuando me lo dieron", explica Manuel Gorostiza.

"Lo aplauden, se sacan fotos con él y es el mimado de este puesto porque cada año la gente vuelve a visitarlo. Después tiene cosas como todo perro, ladra mucho, quiere que juguemos todo el tiempo y a veces hay que atarlo en la sombra hasta que se tranquilice.", confiesa Manuel, quien no descartó en el futuro organizar una competencia de caninos surfistas como realizan en California, Estados Unidos.












miércoles, 15 de enero de 2014

LO QUE CAVA
























La sangre corcovea
en todos los rincones, en
el alma superior, en su orgullo,
en los perros con olor a furia.
El ser amado convierte
la humillación en asombro y vengo aquí
para decir que te amo. El domingo
del payaso prueba la desolación.
La emoción contra la pared
espera que la fusilen.
Nuestros cuerpos conocen esa pared.
Es una atadura del sol
que cava y cava.


Juan Gelman



sábado, 11 de enero de 2014

«HACHI», EL PERRO BOLIVIANO






La ciudad boliviana de Cochabamba (centro) es testigo de la lección de lealtad y perseverancia de un modesto perro mestizo, que desde hace 5 años espera en la esquina de una avenida de esa urbe a su amo fallecido en un accidente de tránsito.

Algunos lo llaman "Hachi", emulando al famoso perro japonés "Hachiko"; otros le dicen "Huachi" o "Huachito", pero lo cierto es que este can de color café ha conmovido a los vecinos y comerciantes establecidos en la avenida Papa Paulo, en la zona noreste de Cochabamba, que lo alimentan.

Deben ser unos 5 años desde que falleció su dueño en un accidente de motocicleta. El perro venía por detrás y se quedó aquí desde entonces", dice Román Bilbao Luján, el propietario de una tienda de carnes y fiambres ubicada a unos metros del lugar donde "Hachi" perdió a su amo.

El amo del can era un universitario que todos los días seguía esa ruta en motocicleta con el perro como escolta, hasta que un día el muchacho fue embestido por un taxi y falleció cuando era trasladado al hospital, relató esta semana la vendedora de periódicos Aida Miranda al diario cochabambino Opinión.

Desde entonces, "Hachi" ha hecho de la avenida Papa Paulo su hogar y llora en la esquina donde ocurrió el accidente que le quitó a su amo, comenta Elizabeth Martha García, quien ayuda en la venta de periódicos a Miranda.

"Hachi" camina de esquina a esquina y vuelve a venir donde ha fallecido su dueño. Se va caminando, se para en una esquina y aulla cuando ve la esquina donde ha muerto su dueño", agrega García.

El "Hachiko" original fue un perro de raza Akita que pertenecía a Eisaburo Ueno, un profesor de ingeniería agrónoma de la Universidad de Tokio que murió en 1925 tras sufrir una hemorragia cerebral mientras impartía una de sus clases.

Pese a que su dueño había fallecido, el can acudió todos los días durante 9 años a la estación de Shibuya a la hora en la que llegaba el tren que siempre traía de vuelta a Ueno.

La lealtad de "Hachiko" ha sido inmortalizada en una estatua de bronce erigida en el lugar donde esperó a su protector, y su historia ha sido rescatada por la industria cinematográfica de Hollywood en la película "Hachiko: A Dog's Story", protagonizada por el estadounidense Richard Gere.

Cuando recién falleció su amo, el "Hachi" boliviano no paraba de llorar en la esquina donde ocurrió el accidente y aullaba y ladraba desesperadamente cada vez que pasaba una motocicleta por el lugar, pensando que se trataba de su amo, señala Román Bilbao.

Así como los usuarios de la estación de Shibuya comenzaron a dar de comer y a atender a diario a "Hachiko", el can boliviano también despertó la compasión y solidaridad en la avenida Papa Paulo, donde la gente le ha tomado cariño.

El perro sabe que tiene desayuno asegurado con Bilbao, cuya tienda funciona desde hace 18 años en la avenida Papa Paulo.

Así, la jornada de "Hachi" comienza entre las 6:30 y 7:00 de la mañana en la puerta del negocio de Bilbao, quien le aguarda con pescuezos de pollo y agua.

"Hachi" toma una presa y retorna a su esquina para comerla; después camina un poco y a media mañana se dirige a un pequeño restaurante o al mercado vecino, donde sabe que podrá recibir algo para el almuerzo.

En las noches consigue alimento en una churrasquería donde el perro de mirada melancólica también recibe cobijo ocasional para pasar la noche.

Varias personas han intentado adoptar al can e incluso los familiares de su difunto amo se lo llevaron a su casa, del otro lado de la ciudad.

Pero, al parecer, la nostalgia de "Hachi" es mayor, por lo que siempre logra escapar para volver a su esquina a esperar que su dueño vuelva a pasar por allí en motocicleta, como en los viejos tiempos.